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Todos sabemos lo difícil que es concentrarse a la hora de estudiar y memorizar todo para los exámenes, exposiciones o cualquier otra asignación escolar. En casa, puede ser una tortura sacar todos los libros y durar más de 5 horas en ello, o intentando hacerlo. Lo peor viene cuando has estado todo ese tiempo leyendo, pero al final, no comprendes nada.
Sin embargo, la solución a este problema solo la tienes tú, pero necesitas conocer estrategias que te permitan llevar una rutina de estudio que te permita planificar, concentrarte y, más que memorizar, aprender.
Si te preguntas cómo concentrarte para estudiar y memorizar, aquí te dejamos unas herramientas que podrán serte de mucha utilidad para aprobar los exámenes venideros.
¿Por qué no puedo concentrarme al estudiar?
Antes de dar con la solución, es importante entender por qué nos cuesta concentrarnos para estudiar y memorizar. Con relación a esto, hay diversos factores:
- Falta de motivación o desinterés en el estudio
- Dificultades neurológicas para concentrarse
- Estrés, ansiedad u otro trastorno mental
- Distracciones externas
- Distracciones internas
- Preocupaciones
Para poder dar con la raíz de la desconcentración, hay que identificar el motivo que más nos identifica. De este modo, podremos trabajar en esto y así desarrollar mayor capacidad para concentrarnos.
Técnicas y métodos para concentrarse

Identificados los problemas, ¿cómo podemos trabajarlos y así concentrarnos más al estudiar?
Despejar tu mente de los problemas
Por lo general, los problemas de concentración se desarrollan por las preocupaciones y problemas personales, así que hay que dar directamente con nuestras emociones y pensamientos, lo cual puede resultar muy complejo. No obstante, hay técnicas para trabajar en esto.
Para gestionar todas las preocupaciones, puedes priorizar aquellas que puedes hacer de manera inmediata y que dependen de ti. Para aquellas tareas que te tomarán más tiempo, puedes usar una agenda para organizarte y hacerlas luego de estudiar.
Tener la mente libre de pensamientos improductivos es vital para concentrarse y mantener un buen ánimo a la hora del estudio, así que antes de ponerte manos a la obra, relájate. Toma un tiempo para ti, escucha música, dibuja, desahoga tus pensamientos por medio de las expresiones que más te satisfagan. Atenderte mentalmente es el primer paso.
Dormir las horas necesarias
El sueño es fundamental para poder desenvolverse en la vida diaria con un buen humor y una mente activa, y ahora en un mundo lleno de tantos estímulos, es difícil conciliar el sueño y mantener la higiene a la hora de dormir.
Escucha a tu cuerpo y atiende las horas que este necesita, porque también debes tomar en cuenta que no es dormir más, sino lo que realmente requieres. En la vida adulta, se recomienda dormir al menos 8 horas.
Al dormir el tiempo necesario, tu mente estará más descansada, además que durante las horas de sueño sucede un proceso de aprendizaje que será fundamental para que memorices todo lo estudiado.
Además de dormir el tiempo necesario, hay que seguir unos buenos hábitos de sueño, como:
- Tener la cama arreglada y usarla solo para dormir
- Dormir solo en la noche y estudiar en el día
- Implementar una rutina a la hora de dormir
Planificar tu día de estudio y guías
Muchas personas prefieren improvisar, pero esto no es un método factible. No tener una planificación, sobre todo si se trata de un tema muy extenso, puede generar más estrés y distracciones.
Toma una agenda o haz un horario en tu computadora y escribe los bloques de tiempo donde estudias y específica el tema que vas a estudiar en cada bloque. No se te olvide incluir unos cortos descansos de al menos 10 minutos, pero toma estos para descansar la mente (no uses pantallas ni te distraigas con otras tareas).
Además, es fundamental que tengas todo tu material de estudio a la mano. Nuestra recomendación es que realices esquemas con los temas a tratar, pues aquí puedes simplificar la información y, dado el uso de palabras claves, se te hará más sencillo memorizar el tema.
Estudia en un sitio sin distractores
Estudiar es un momento dedicado al enfoque de una sola cosa, así que lo mejor es que busques un sitio fijo para hacerlo, lo que ayudará a tu cerebro a asociar ese espacio con el estudio.
Para elegir un lugar de estudio, debes asegurarte que este esté libre de distracciones externas, ya sea ruidos, desorden, poca luz, una ventana que dé a una calle principal (para evitar distraerse por el ruido de los autos) u otros elementos distractores. Lo importante es que tú te sientas cómodo y realmente puedas lograr la concentración.
Usa reglas mnemotécnicas
Más que memorizar, hay que aprender el tema, analizarlo y construir nuestro concepto. Sin embargo, podría serte de ayuda usar algunas reglas para memorizar la información en menor tiempo, como:
- Anotar todas las palabras claves del tema.
- Usa oraciones cortas y sencillas para memorizar ciertos datos. También puedes usar la asociación, relacionando una palabra clave del tema con algo que suelas tener en mente.
No procrastines
Entre tantas distracciones, ahora dejamos lo más importante (o lo que creemos que es difícil de hacer) para última hora. Si hay que estudiar para un examen, lo hacemos un día antes, cuando toda la información debería estar aprendida desde hace mucho.
Para evitar procrastinar, planifica tu semana y dedica unas horas cada día a la lectura del tema a tratar, así, a la hora de estudiar, te rendirá mucho más la sesión y no te sentirás abrumado.